miércoles, 20 de septiembre de 2017

UN MAL DÍA.



Hoy por la mañana cuando el viento golpea fuerte la ventana de mi habitación, no sabía lo que era el frio, hasta que empezó a golpear la ventana.
Este invierno, sentada en mi salón, al lado de la chimenea que no quería levantarme ni para hacerme una taza de té. Tenía la manta hasta el cuello del frio que hacía. Mis dedos no podía moverlos del frio. Anteriormente había salido a fuera a ver quién era quien me estaba tirando bolas de nieve al tejado; pero cuando salí fuera, no había nadie, fue cuando quise dar unos cuantos pasos más adelante a ver si veía algo, y fue sin darme cuenta, me metí dentro de la nieve. Estaba metida dentro de la nieve hasta la cabeza. Menos mal, que me pude salir de allí, si no, que hubiera sido de mí.
Mi novio estaba a punto de venir a cenar, ya iba siendo las nueve de la noche. Aquí en New York, en Queens. Aquí el invierno es muy frio, comparado con otros países de Europa, así que, Aquí me tienes al lado de un gran fuego, que poco a poco, me iba calentado.
Al cabo de unos cuantos minutos, vi que un coche aparco en la puerta. Me asomé por la ventana y vi que no era mi novio, si no un coche de policía. Venía a mi casa a decirme que mi novio había tenido un accidente de coche. Se había salido de la carretera, pero que no me preocupara, que dentro de lo que cabe, estaba bien.
El agente de policía, fue muy amable por venir a mi casa y decírmelo e insistió en llevarme al hospital donde estaba mi novio. Me metí corriendo a por el abrigo y el bolso y cerré la puerta fuerte. No me importo ese día que la cerrara fuerte; porque no me preocupaba la puerta esta vez, sino, mi novio.
Una vez que llegue al hospital de mi ciudad… no sabía a donde ir de lo nerviosa que estaba. Menos mal que el agente de policía que llevo a la habitación donde estaba el.
Una vez que estaba delante de la puerta, empecé a respirar hondo y solté el aire y abrí la puerta. Nada más abrir la puerta, me lo encontré a él, a mi novio en aquella cama con todos aquellos cables puestos y me asusté.
Mi novio me dijo:
_ ¡No te asustes, mi vida!
_ ¿Pero que te pasó? ¿Cómo te salisteis de la carretera?
_ ¡Fue por el temporal! Pro estoy bien. Mañana mismo me dan el alta. Solo tengo magulladuras y unos cuantos cortes. ¡Nada grave! ¿Cómo te enterasteis tan pronto?
_ ¡La policía vino a casa! Y al final, he venido con ellos…
_ ¡Está bien!
Aquella situación que vi, era algo realmente primerizo, no sabía cómo actuar…  si llamar a su familia ahora y a mis adres ahora, o esperarme unos minutos. Estaba lo que se dice en estado de shock.

El policía al verme que estaba alterada, me empezó a tranquilizar poco a poco.
Al cabo de una hora, volví a entrar en la habitación, y mi novio me dijo:
_ ¿Ya te has calmado?
_ ¡Sí! Perdona por ponerme así. Sabes que es la primera vez que estoy en esta situación.
_ ¡Ya lo sé! ¿As llamado a mis padres?
_ ¡No! Sabía que tenía que hacer algo más.
_ ¡Tranquila! No pasa nada. Estoy bien. No te pongas nerviosa.

Cogí el móvil y marqué el teléfono de la madre de mi novio, y luego a mis padres… nada más contarles lo sucedido, vinieron en seguida.
Yo estaba lo que se dice en la puerta de la habitación comiéndome las uñas de lo nerviosa que esta. A veces sentía la sensación de que las cosas malas me podía para a mí, sola a mí.
Cuando vi segar a mis padres y a mis suegros, me puse a llorar… el policía que me vio llorar me dijo:
_ ¡Otra vez no! ¿Por qué lloras esta vez, mujer?
_ Porque tengo la mala suerte.
_ ¡Eso no es mala suerte! A todo el mundo nos puede pasar.

Nada más llegar a mi madre, me abrazo tan fuerte que, no quería que me soltara.
_ ¡A ver! ¿Dónde está Tom?
_ ¡Ahí dentro! Tiene cortes por todos los lados, ¡mama!
_ ¡No será para tanto hijo!

Nada más ver a Tom que estaba en la cama con todos esos cortes, mi madre me dijo:
_ ¡A ver, hija! Como dice ha tenido un accidente de coche. Los cristales le han cortado, pero no es grave. Lo importante es vivo.
_ ¡Eso si es verdad! Lo importante está vivo.
Veía a mi novio como le contaba él lo sucedido. Mientras que yo, estaba sentada porque esto me había pasado la primera vez en mi vida; y la verdad, este invierno no me gusta para nada. Se que todos los inviernos empieza a nevar en enero, pero a veces, nieva más que otras veces…
Al cabo de unos días, ya los dos en casa. Veo a Tom un poco distraído por culpa del accidente, a veces, ya no es el mismo que antes; y como decía el, que solo era unos cortes nada más…
El frio sigue igual. Sólo sé estar de la cama a la chimenea que tengo en mi casa; porque ahora mismo, si hay que ir a comprar, se encarga mi novio Tom; porque está de baja por el accidente que tuvo.
Muchas veces, pienso que tengo que cambiar; porque así tan branda no tengo que ser, porque con cualquier cosa me quejo, sé que soy una quejica; pero que vamos hacer… así soy yo, y así seré…


Relato inventado por: Julio Moreno Escritor. 

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