UNAS PALABRAS DE LA HISTORIA DE "LA VIDA DE UN ESCRITOR"
Aquel pensamiento en blanco, en fin…
Todo hombre tiene sus
límites, yo no iba a ser ese hombre que no me pudiera derrumbar delante de toda
la gente. Yo también soy persona de carne y hueso. Yo también lloro, rio, etc.
¿Porque no lo iba hacer?
Aquellas palabras que me
dijeron me llego al alma. Si, al alma. Se que, por ser el hermano más pequeño
de todos, también soy persona, tengo mis defectos como todo el mundo los tiene,
ellos no iban a ser especiales. Por mi punto de vista, al estar todos independientes,
por un lado, algunos casados otros solteros, etc. Yo no iba a ser especial, ni
quiero serlo, solo quiero el respeto que todo el mundo quiere al ser ya mayor
de edad.
Al asomarme por la
ventana de aquella casa de nuestros padres, pensé hacer una cosa que a lo mejor
me podía ganar el respeto de todos mis hermanos, era irme un tiempo fuera de
ellos, de sus pensamientos, de sus caricias, en fin, del mundo de los que le
rodea.
Mi madre, al verme
sentado al lado de la ventana y viendo por la venta todo el paisaje, cogió una
silla y se sentó al lado mío.
Autor: Julio Moreno Escritor
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