sábado, 6 de enero de 2018

LA CASA

LA CASA:
Era sed una vez: en un lugar de la mancha cuyo nombre no quiero recordar, vi una casa que me llamo la atención. Aquella casa no era muy lujosa por llamarla así, pero si tenía unos ventanales muy grandes, y eso llamaba mucho la atención de la gente a la hora de pasear…
Un día por la mañana temprano, me dio por visitar aquella casa más de cerca. Una vez que llegué a las puertas de aquella casa grande, me di cuenta que aquello era diferente a lo que veía por el camino. Aquello parecía estar desierto, incluso abandonado. Al cabo de unos cuantos minutos allí intentando como pasar dentro de la valla de seguridad que tenía la parcela rodeada, en un abrir y cerrar los ojos vi a un hombre aparecer por el caminito que conducía a la casa para hablar conmigo.
_ ¡Hola buenas! ¿Que se le ofrece por aquí? – Me dijo el hombre.
_ ¡La verdad! Todas veces que pasaba por ese camino que ahí hay enfrente, me llamaba la atención la casa. ¿Quién vive ahí? — Le pregunte amablemente.
_ ¡Vive el Sr Jhon y su esposa! —  Me dijo el hombre.
_ ¿Podría pasar a verla? — Le pregunte como cotilla que soy.
_ ¡En otro momento! Ven mañana.
_ ¡Gracias!
Al ver que el hombre no me dejaba pasar me di la vuelta y me volví por mi camino, pero al cabo de unos segundos como iba andando me volví a dar la vuelta a ver si el señor estaba en la valla, vi que allí no había nadie. Era como si se fuera ido corriendo. No habían pasado ni un minuto que me había puesto andar, y el hombre no podría haber llegado tan pronto a la casa, pero seguí mi camino para mi casa.
Una vez en mi casa, empecé a pensar quien vivía en esa casa. también, en cómo había llegado tan rápido a su casa si había un buen camino de la valla a la casa. Así me tire unos cuantos, de minutos, pero no encontraba la solución…
Al cabo de unos cuantos minutos, vino un amigo mío y empecemos hablar…
Mi amigo, me dijo que en esa casa no vivía nadie desde hace más de quince años. Allí era imposible de que hubiera alguien viviendo.
Nada más irse mi amigo, me puse a pensar en lo que me había dicho y regresé a aquella casa.
Nada más verme otra vez en aquella valla. Vi que esta vez estaba abierta y entre dentro de aquella parcela. Empecé a andar hasta llegar lo que se dice a la puerta de la casa. una vez que empecé a llamar al timbre de la puerta, vi que no habría y empecé a mirar por donde podría pasar a la casa.
Al cabo de unos minutos, vi que una de las ventanas de la casa estaba ropa y entré por ahí… vi que era el comedor. Aquel comedor estaba lo que se dice bien limpio, y todo lo que había en la casa era bien caro. ¡De verdad esta casa esta vaciá! —Me dije para mi mismo.
Como iba viendo la casa, cada vez me daba que aquí vivía alguien importante; pero cuando subí lo que se dice a la planta de arriba, vi lo que nunca mis ojos iban a ver, eran ni nada ni menos que fantasmas haciendo las tareas de la casa. aquellos fantasmas me emperezaron a mirar hasta que uno de ellos de arrimo a mí y me quede paralizado delante de él.
En ese momento, cerré los ojos y me dije que era un sueño, pero cuando los abrí ahí estaban todavía, delante de mí. Uno de ellos me cogió la mano, y la verdad, lo sentí como una persona humana, pero no sabría como describirlo porque su rostro y su cuerpo se transparentaban, es como conocemos nosotros mismos, un fantasma.
Al cabo de unos cuantos minutos allí mismo con todos ellos, comprendí que aquella gente en realidad eran lo que se dicen fantasmas, pero nunca querían irse de su hogar… a eso sele llama amor por el hogar…


Julio Moreno Escritor

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NOTICIAS

 Hola buenas tardes, el escritor Julio Moreno Escritor como dijo hace unos años atrás, iba a dar gratis para todos los lectores una de sus s...