Día triste:
Era un día cualquiera y en la calle estaba vacía de gente. La
gente no se preguntaba el por qué no había gente a las diez de la mañana por las
calles de Inglaterra.
Aquella ciudad de Londres que cualquier hombre querría pasar
por sus lugares bonitos o incluso por sus ríos. Aquella ciudad de Inglaterra de
Londres ya no había gente por las calles, sino es sus casas encerrados por el
miedo al salir a calle.
No se sabia el porque era, pero la gente tenia miedo al salir
y que le pasara algo después de un día que la lluvia empezó a caer con tanta
fuerza que puso a un país y ciudad con miedo por sus ríos de agua.
Al día siguiente, un niño de unos doce años de edad salió a la
calle sin miedo a que le pasara nada. La madre le llamo un y otra vez, pero el
niño lo único que quería era jugar como otro día cualquiera. La madre ya un
poco enfadada salió a la calle en busca del niño y se dio cuanta que en la
ciudad del Londres ya no hay que tener miedo a la lluvia, sino tener alegría porque
días como la lluvia hace feliz a cualquier niño que quiera salir a jugar después
una tormenta.
Día en la biblioteca:
Que día más estupendo es hoy. Hoy tocaba visitar la biblioteca
y escoger un libro para leer en familia. Por cierto, hoy me tocaba a mí hacerlo
y no sabia que elegir, porque veía tantos que quería leer y solo podía escoger uno. Leyendo un titulo y
otro se me hizo tarde el día.
Ya quedaba poco para que cerrase la biblioteca y yo sin ningún
libro que leer con la familia. Mi familia me dirá que estaba haciendo tantas
horas en la biblioteca, porque para escoger un libro no hace falta tirarse
horas… y la verdad, el libro que escogí fue algo estupendo, porque nadie lo había
leído en la vida, porque el titulo se llamaba: un día en la biblioteca.
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