Día 1
7:33
Estamos aquí unos cuantos hombre y mujeres y niños encerrados en este edificio. No sabemos lo que pasa ahí fuera, solo escuchamos muchos disparos y muchos gritos de ayuda.
Por otro lado, me da miedo abrir la puerta por lo que haya ahí fuera.
Por la ventana no podemos ver nada, porque la ventana de este edificio da a un callejón cerrado, y solo enfrente de mi ventana veo la pared del edifico de enfrente.
Aquí en esta habitación, están todos desesperados, son las siete y media pasadas de la mañana; y la verdad, la única escalera de emergencia que tiene el edificio la tiene acceso por fuera de la habitación.
Sé que estaréis pensando: unas escaleras de emergencia tienen acceso a todas las plantas del edificio. Así es, pero estas ventanas no se pueden abrir, están cerradas.
Por otro lado, si las rompemos, ya no podríamos cerrarlas y esas cosas que estén ahí fuera, pueden pasar… lo mejor, es averiguar que hay ahí fuera.
Decidí hablar con unos cuantos hombres que estaban en la habitación para saber la causa de esos gritos y disparos. Algunos hombres, me dijeron que no podíamos estar todo el día aquí encerrado, teníamos que averiguar lo que pasaba.
En ese momento dije: quien me acompañaba ahí fuera averiguar lo que pasaba. Al final salió un chico joven y una chica dispuestos a salir de esta habitación.
Nada más abrir la puerta de la habitación, vimos lo que se dice la pared de enfrente con salpicaduras de sangre; y por el suelo, como si fueran arrastrado un cuerpo.
Aquella mancha de sangre, solo tenía una única dirección, las escaleras del edificio. Empecemos a seguir aquella mancha de sangre, y una vez en la puerta de las escaleras del edificio, empecé a dudar si abrir la puerta de las escaleras o esperar al ascensor.
Ahora mismo estamos lo que se dice, indefensos, no teníamos nada para poder protegernos de la amenaza que ahí hay fuera, si sigue todavía.
Y, por otro lado, estábamos en la quinta planta para poder saltar por una ventana.
Decidí asomarme a las escaleras de emergencia del edificio, pero la puerta estaba atascada por fuera. Le dije al chico que veían conmigo, que me ayudara a empujarla a ver si la podíamos romper, pero nada, siguió igual.
Solo me tocaba ver si podíamos entrar en las demás habitaciones.
Nada más abrir una puerta de una habitación, no vimos lo que se dice nada. Estaba vaciá.
Nos fuimos a la siguiente habitación. Una vez registradas todas, nos dimos cuenta que estábamos solos en esa planta, y creo en todo el edificio.
Volvimos otra vez a la habitación donde estábamos con todos. Les conté lo que vimos y lo que pensábamos nosotros mismos.
Algunos decían que querían irse de la habitación e irse a sus casas con sus familias. Yo, les dije que no retenía a nadie, que cada uno era libre de irse cuando quisiera; pero, yo quería estar seguro delo que estaba pasando aquí dentro.
09:12
Ahora mismo, eh mirado la hora y son las nueve y diez pasadas de la mañana, se me a ah ido volando la mañana.
Todavía seguimos aquí encerrados en esta habitación de este edificio.
Maldita hora que acepte venir a este edificio antes de irme a mi casa. Pero que iba hacer; no podíamos andar por la calle la policía estaba mandando a todo el mundo a refugiarse donde pudiéramos. esto sucedió ayer a mediodía, y al final eh pasado la noche en ese edificio con toda esta gente, y todavía sigo con ellos ahora mismo.
Por otro lado, me da algo de miedo bajar de planta, porque no sé qué hay por ahí… me supongo, algún día tendré que salir de esta habitación y de planta si quiero volver a mi casa.
Solo se escuchar a toda esta gente quejarse, y de que tienen ganas de salir de aquí, pero no veo que hagan nada para solucionarlo, parecen que quieren que se lo den todo echo. Hablare otra vez con esos dos chicos jóvenes a ver que dicen si bajamos de planta…
Al cabo de unos cuantos minutos… baje otra vez con las personas jóvenes de antes. El chico se llamaba Frank y la chica se llamaba Maya.
Una vez que salimos de la habitación dispuestos a bajar una planta por debajo de nosotros, nos dimos cuanta; que como íbamos bajando me estaba encontrando con más charcos de sangre por el camino.
Solo dije a mis compañeros, que tuvieran cuidado en donde pisaban y que abrieran los ojos, que esta planta iba a ser diferente a la nuestra.
Como íbamos andando, solo veíamos rastros de sangre por todo el suelo que conducía a las escaleras para bajar a la siguiente planta.
Una vez en la cuarta planta, empecemos a ver si había gente con vida en las habitaciones; pero nada, estaba como si no hubiera nadie allí.
La cosa empezó a tener dudas de que había pasado en realidad en este edificio.
Ahora mismo daría lo que sea por saber quién había hecho esto con toda esta gente. Pero, al quien se lo pregunte no sabrá que contestarme, por qué no sabe nada, lo mismo que yo.
Al bajarnos a la tercera planta, vimos casi lo mismo. A lo que me refiero es: la sangre, pero aquí mucho más que en las dos plantas de arriba. Creo que vamos en buen camino para saber lo que ha pasado aquí.
Seguimos buscando gente con vida que nos explique lo que ha sucedido aquí dentro, pero no vemos nada, de gente con vida.
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